¿Quién sabe?

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Aquel curso le venía muy bien, y junto a sus compañeras aquel viaje cerca de la ciudad del amor sería como un cuento de hadas.

Partieron por la mañana. El viaje se haría en bus y todas llevaban consigo sus walkmans. Mientras ella escuchaba a sus cantantes favoritos por la ventana del vehículo, se podía uno encontrar con mucha vegetación pero a medida que se iban cruzando las distintas ciudades y pueblos todo aquel paisaje fue sustituido por casas, y la escasez de pisos. Los caminos por adoquines y el silencio en las calles con la llegada al lugar, Francia.


Imagen extraída de Internet


El albergue al que acudieron contaba con múltiples habitaciones. Aquel viaje les dejo a todas cansadas, además, había anochecido y tocaba reponer fuerzas.

A la mañana siguiente desayunaron y visitaron una biblioteca les hablaron de la gramática, la fonética y ortografía del francés. Comentaron la mañana, más tarde se reunieron para comer cuscús en el comedor del albergue. Justo después de comer les dieron un horario de los comercios a los que podían visitar y juntas comenzaron sus hazañas. Comentaban lo correctos que eran todos, lo extraño que se les hacía tanto silencio en las calles y la diferencia de precios con respecto a otras ciudades en los comercios.

Fueron a una pequeña tienda que encontraron paseando. Escogieron un helado cada una y anduvieron por las calles de Carcasona mientras reían y conversaban.

Mientras iban caminando el grupo de chicas, un joven negro que pasaba por aquella calle se la quedó mirando a ella. Quedó prendada de lo guapo que era, además de sorprendida de que de entre tantas chicas, precisamente en ella se hubiera fijado. Ella le pregunto si sabía español, con la mala suerte de que no sabía ni un poquito. Los dos, él y ella se observaban de arriba abajo atraídos como imanes, con el corazón de ella a mil revoluciones y él, mirándola descaradamente.

Puede que fueran demasiado jóvenes, tal vez hubieran congeniado o tal vez no. Pero lo que sí es seguro, es que aquel chico tocó su corazón como nadie lo había hecho nunca y si bien había podido intercambiar unas breves palabras con él en la ciudad del amor, ¿quién sabe lo que le depararía en el futuro?

Comentarios

  1. Hey no hay más.
    Una segunda parte.
    Me gustó mucho

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    Respuestas
    1. Hola Alajandra!
      primero , gracias por pasarte por mi blog y animarte a comentar y segundo , no tenía pensado hacer una segunda parte de relato pero lo tendré en cuenta. Un saludo y espero verte en próximas publicaciones.

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